Desde que Rocío Chillers y Esnórquel DJ coincidieron por primera vez cerca de un escenario, supieron que sus destinos estaban unidos. Ambas entienden la música como elemento generador de un espacio donde poder celebrar quién eres: es en la pista de baile donde uno se viste como quiere, se mueve como quiere y se relaciona con los demás como le nace.
Monterrosa nace como un vehículo donde explorar las inquietudes creativas que desde siempre han rondado las cabezas de sus dos miembras, usando como eje la creación artística más importante de la sociedad de capitalismo industrial avanzado: la canción pop.
Juntas o por separado, todo lo que Rocío y Esnórquel han tocado hasta ahora lo han impregnado con intereses y necesidades comunes: la reivindicación de la diferencia, el poder de lo lúdico, la celebración de los cuerpos y la apropiación de todo aquello que durante mucho tiempo sintieron la necesidad de ocultar o disimular.
Sin saberlo, Pedro Almodóvar definió muy bien a Monterrosa en las líneas de diálogo que salían de la boca pintada de Paquita en La mala educación: “dos polvos, dos rayas, dos amigas, dos cabalgan juntas, dos por la carretera”.
¿Cuál es vuestro sitio favorito de la ciudad?
Las Vistillas y Cascorro durante las verbenas del verano: música en la calle, chulapxs, atracciones de feria, bingos callejeros y mucha fritanga. El paraíso.
¿Cómo han sido vuestros inicios? ¿Cómo os conocisteis?
Nos hicimos amigas porque empezamos a coincidir Rocío con Las chillers y Esnórquel pinchando, y fue un poco como la canción de la Prohibida, ‘Cuando dos electrones chocan’, solo que aquí nos fusionamos espiritualmente. Compartíamos gustos, referentes y una visión de la vida similar. En vez de tatuarnos un símbolo del infinito montamos un grupo. Menos mal.
¿Qué hacéis antes de salir al escenario?
Enrique calentar la voz como si fuera a cantar en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 con Freddy Mercury y Monserrat Caballé. Rocío beber porque aunque no lo parezca, sufre un poco de verguencita.
¿Qué es lo más raro que habéis visto desde el escenario?
A veces hay gente un poco desubicada que por el movimiento propio de la sala acaba en la primera fila, como arrojados por un golpe de mar. Y te miran con ojos bovinos, muy fijamente, pero si te acercas casi puedes ver el salvapantallas de Windows 95 en su interior.
¿Cómo “salió” el “Monterrosa”? ¿A qué se debe?
Estuvimos dos semanas agónicas buscando nombre, y menos mal que no nos quedamos con algunas de las ocurrencias que surgieron, que solo podrían explicarse como una alucinación colectiva o una enajenación mental transitoria. Mirando en todos los libros que teníamos en casa dimos con Monterrosa, que es un apellido y una variedad de tomate. Nos queda bien.
¿Después del lanzamiento de vuestros dos singles, “Me Manipulaste” y “Parálsis”, preparáis algo nuevo?
Estamos grabando el que será nuestro primer disco, un mini LP de unas seis o siete canciones, que esperamos lanzar en enero. Será una mezcla de los sonidos que nos gustan, e intentaremos hablar de las cosas que vemos que nos pasan a nosotras y a nuestras amigas.
¿Cómo definiríais a vuestra música y a vosotros como artistas?
Un mezcla de desierto, casualidad y cafetería. Nos gustaría que nuestras canciones parecieran compuestas por Manuel Alejandro y producidas por los residentes de Pont Aeri. Una mezcla perfecta de lo que nos flipaba con cinco años porque se lo oíamos a nuestros padres y lo que nos flipaba con quince cuando nos pasaban cedés los repetidores de la clase.
¿Cuál es el último disco (de otro artista) que os conquistó?
Enrique ha estado escuchando mucho la fantasía goth de Kim Petras, Turn off the lights vol. 1, que incluye una colaboración de Elvira mistress of the dark.
Rocío está obsesionada con el último de Jbalvin, Putochino y Cariño. Ella es más de la tierra.
¿Cuál es ese disco o canción placer culpable (Casi imposible de reconocer) ? “Confesar” esa canción que nadie diría que os gusta, pero os tiene conquistados y habéis escuchado muchas más veces de las que te gustaría reconocer.
Estamos ideológica y políticamente en contra del ‘placer culpable’; la estigmatización de estilos musicales o cueros grupos casi siempre responde a fobias adquiridas, normalmente el clasismo. Es un síntoma de no ser capaz de reconocer que te pueden gustar las mismas canciones que a gente menos ‘ilustrada’. Pero en cuanto a gustos inesperados o que nos nos pegan: de JBalvin a Marifé de Triana.
¿Para terminar, nos recomendáis una banda emergente o poco conocida
Enrique: Belenciana, que hace unas canciones preciosas y unos vídeos muy chulos.
Rocio: a mi me acaban de enseñar a “Las ligas menores” son increíbles.