Por fin, vuelta a los conciertos, cuando parecía que no íbamos a poder disfrutar en un tiempo (más extenso del que ha pasado) de la música en directo, finalmente el sector ha sabido adaptarse a las dificultades impuestas por la pandemia con ciclos como el Abre Madrid en Ifema y salir airoso en la medida de lo posible, eso sí, ajustando todos los protocolos a las medidas de seguridad y en un recinto más que apropiado a los tiempos que corren.
¿Todo un verano sin festivales? Esto bien merecía una solución y qué mejor que la de disfrutar al aire libre de la música en directo y con la vuelta a los escenarios de SIDONIE.
Si soy sincera, la sensación fue la misma que el primer día en que vas a ver a tu grupo favorito, es un volver a empezar, nervios, emoción, incertidumbre sobre cómo van a ser las cosas a partir de ahora, en definitiva, si esta pandemia nos ha traído algo positivo ha sido el recuperar la ilusión y volver a disfrutar de los pequeños momentos, suena a tópico, pero cierto es que hasta que no pierdes eso que tanto te gusta, no aprendes a valorarlo, al menos en mi caso.
El ambiente en general tenía un halo de rareza, se notaba a la gente expectante, como aquel niño que espera ilusionado la noche de reyes sus juguetes, este concierto parecía el premio de todos aquellos que han pasado mucho tiempo encerrados en casa sin saber si podrían volver a alguno en un futuro cercano. Claro está, que todo esto nos va a dejar “tocados” aunque afortunadamente la música sigue viva, tan sólo ha sido un paréntesis para coger impulso y volver con más fuerza.
A poco más de las 22.00h salta a las tablas el grupo al completo comenzando el espectáculo con “El incendio”, sus caras lo dicen todo, están emocionados, se notan las ganas que tenían de volver a subirse a un escenario, la energía que desprenden puede sentirse.
Al principio la gente está algo comedida, ¿se podrá bailar? ¿se podrá cantar? ¿animar? Esta “nueva normalidad” nos hace plantearnos actitudes y acciones que antes salían en modo automático, aunque, por otra parte, qué reconfortante es poder ver de nuevo a tanta gente junta pasándolo bien.
Continúan con “Nuestro baile del viernes”, “Fascinado” y “La costa azul” tras la cual Marc, por fin, hace un parón para dirigirse al público, emocionado, da las gracias por apoyar a la música y los conciertos, él, tan original como siempre nos hace partícipes de las dudas a la hora de elegir su outfit. Ataviado con una americana y unos shorts bromea sobre su look veraniego, tan original como nos tiene acostumbrados, personalmente, me fascina este tipo de gente, atrevida, desenfadada, sin miedo a mostrarse tal cual es, ¡ojalá más gente así por la vida!
Axel se suma a los agradecimientos visiblemente emocionado, sus lágrimas dejan entrever que la situación vivida le ha sobrepasado lo que arranca en el público un aplauso, las emociones están a flor de piel, qué curativo esta siendo este concierto para el grupo y todos los que asistimos al espectáculo.
Continúa la noche, ellos han venido a tocar y lo hacen con alguna de sus canciones más conocidas, “No sé dibujar un perro”, “Siglo XX”, “Un día más en la vida” o “Un día de mierda”, un buen repaso a su repertorio. El público, a su vez, se va adaptando a la nueva situación y acompaña al grupo cantando y aplaudiendo, eso sí, sin mover un ápice el culo del asiento, difícil de gestionar, pero son las normas….
Finalmente, la noche acaba con 3 de sus mejores canciones, al menos para mí, muy conscientemente seleccionadas para dar el broche final, “Carreteras infinitas”, “Estáis aquí” y “Maravilloso”, perfecto adjetivo este último para describir el evento, simplemente MARAVILLOSO
He de decir que salí del concierto tremendamente esperanzada (por primera vez en mucho tiempo), con la idea de que, en cierto modo, podemos recuperar un “cachito” de la vida de antes, con algunos cambios, eso sí, pero con la misma fuerza e ilusión, ¡que no nos falte nunca la música y la cultura en general!
Sólo me queda decir que es importante, ahora más que nunca, nuestro apoyo a este tipo de eventos, la cultura es vida, es enseñanza, es sentimiento…¡¡bienvenidos de nuevo conciertos!!